La mielopatía cervical es un cambio degenerativo dentro de la columna vertebral que puede comprometer el funcionamiento neurológico de las extremidades. Una de las características más interesantes de esta afección es que puede ser causada por múltiples escenarios diferentes. Si no se trata, la mielopatía cervical puede ser degenerativa y provocar problemas de coordinación, movilidad y actividades diarias. Aunque es frecuente en las generaciones mayores, hay otros casos en los que esta dolencia puede ocurrir a una edad más temprana. Echemos ahora un vistazo más profundo a este tipo de mielopatía y examinemos algunas de las opciones de tratamiento disponibles.
Primero es importante comprender que esta mielopatía es el resultado de una estenosis cervical. En otras palabras, puede presentarse junto con una estenosis típica. La estenosis se define simplemente como un estrechamiento del canal que alberga la médula espinal. En el caso de la mielopatía, los síntomas tienden a ser menos transitorios en comparación con una estenosis estándar de la columna. La mielopatía también puede ser más difícil de tratar, ya que sus causas fundamentales son bastante variadas.
Como se indicó anteriormente, pueden existir muchas condiciones que conduzcan a la aparición de esta afección. Algunos de los más frecuentes incluyen:
La hernia y la espondilosis pueden tener opciones de tratamiento con el uso de un cirujano espinal o un neurocirujano. Como se puede imaginar, muchos de estos síntomas pueden manifestarse más adelante en la vida, cuando la columna está más débil o el sistema inmunológico ya está comprometido.
La comorbilidad de la mielopatía junto con la estenosis espinal puede causar problemas en términos de diagnóstico de los síntomas. En aras de la brevedad, sólo nos ocuparemos de los indicadores que predominan en la mielopatía (aunque estos también PUEDEN estar presentes en una estenosis). Algunos de los síntomas más comunes son:**
En muchos casos suele presentarse torpeza y una sensación general de malestar físico. La progresión de esta enfermedad variará de un paciente a otro y no todos experimentarán todos estos síntomas. Es interesante observar que el dolor en uno o ambos brazos normalmente hace que un individuo busque tratamiento, ya que estos síntomas a veces pueden reflejar un ataque cardíaco.
Si bien se trata de una afección médica discreta, un diagnóstico preciso a veces puede resultar complicado. Esto se debe en gran medida al hecho de que las presentaciones variarán y puede haber múltiples causas subyacentes. Por lo tanto, se emplean varias técnicas para obtener una conclusión precisa. Normalmente incluyen una historia detallada del paciente, una predisposición genética e imágenes radiográficas (rayos X o tomografías computarizadas). Los principales indicadores serán una compresión física de la médula espinal junto con un estrechamiento (estenosis) del propio canal.
La resonancia magnética (MRI) y la tomografía computarizada posmielografía (mielo-CT) son otros métodos que se están volviendo más frecuentes debido a su capacidad para proporcionar imágenes más claras de la región cervical. Estos también pueden ayudar a resaltar las áreas que deben abordarse mediante cirugía. El médico generalmente correlacionará los síntomas discretos del paciente con el lugar donde se encuentra el estrechamiento. Si coinciden, es posible un diagnóstico preciso de mielopatía cervical.
Algunos exámenes físicos, como la observación de los reflejos tendinosos profundos de la rodilla y la flexión del dedo índice cuando se "mueve" el dedo medio (reflejo de Hoffman), también pueden indicar la presencia de mielopatía cervical.
Como la causa fundamental de esta afección es la presión dentro de la región cervical de la columna, la mayoría de los tratamientos implican aliviar la presión. Aunque se pueden proporcionar medicamentos antiinflamatorios para afecciones de corta duración (como después de un traumatismo), la opción más común es la cirugía. Sin embargo, se debe observar que los síntomas pueden mejorar o no después de dicho procedimiento. Por lo tanto, es importante un pronóstico informado antes de tomar cualquier decisión.
Las dos opciones principales son la cirugía por la parte frontal del cuello y por la parte posterior. Estos se conocen técnicamente como:
También puede haber ocasiones en las que ambos métodos se utilicen simultáneamente (3). El médico basará su decisión en dónde se encuentra la estenosis y la curvatura de la columna cervical. Además, estas opciones deberán tener en cuenta la condición física del paciente, así como la gravedad de los síntomas. La cirugía tiene como objetivo principal aliviar la compresión y reducir la naturaleza progresiva de la mielopatía cervical.
Como era de esperar, el pronóstico general del paciente implicará varias métricas. Algunos de estos pueden incluir (pero no necesariamente limitados a):
Si es necesario tratar varias localizaciones diferentes (como puede ser el caso de una enfermedad más avanzada), el tiempo de recuperación general se alargará. En última instancia, los síntomas podrían desaparecer con el tiempo o podrían estar presentes en menor grado en el futuro.
Esta es una descripción básica de la mielopatía cervical. Quienes crean que pueden estar padeciendo esta afección siempre deben buscar el consejo de un profesional médico capacitado para un diagnóstico certero.